Retazo o restos
Ramas pendulares que se mueven, puntas de los pies entrecortadas saltando hasta formar un montón en el suelo. Corazones de metrónomo, latiendo a través de cajas torácicas que suben y bajan. Miradas fijas en un objetivo invisible en movimiento, con la firmeza de un halcón, buscando una rama para aterrizar. Lo único que queda son franjas de manchas de pintura de un azul intenso y brillante. Arrastrando palmas entintadas, captando un fugaz momento de contacto. Evidencia de continuos intentos de avanzar hacia lo que no es seguro.
Observando. Movimiento hacia estático. Estático en movimiento. Interpretación en medio del colapso; un grupo de cuerpos pulsantes. Referencia versus memoria. Pasado traído al presente. Pinceladas enfocadas y libres. Pinceladas frustradas y torturadas. Destrucción hasta la concepción. Buscando trazos, tendiendo una red de catarsis. Evidencia de continuos intentos de avanzar hacia lo que no es seguro.
Dos experiencias paralelas se entremezclan cuando la tela que se colocó debajo de los bailarines pintados se cose con la tela que usé debajo de mí en la creación de su representación. Ambos, restos de movimientos humanos fluidos, conscientes y subconscientes. Estas superficies son nuestras historias, testimonio de nuestra curiosidad y perseverancia frente al caos. Recogen rastros de nuestros instintos animales subyacentes, y quizás de nuestro perpetuo e inexplicable impulso de transmutar la experiencia de estar aquí en un cuerpo físico.